Una cerveza que cumple con la Ley de Pureza de 1516 decretada por Guillermo IV de Baviera que establecía que la cerveza solamente se debía elaborar a partir de tres ingredientes: agua, malta de cebada y lúpulo.
Elaborada únicamente con estos ingredientes se obtiene una cerveza de color amarillo oro con reflejos oro viejo, con un sabor equilibrado, un ligero amargor y un sutil toque de regaliz.