Viña Arana Gran Reserva

La Rioja Alta, S.A., prestigiosa bodega del Barrio de la Estación de Haro, vive un momento histórico con el lanzamiento de su nuevo Viña Arana Gran Reserva, que completan su gama de Gran Reserva 890 y Gran Reserva 904. Este nuevo vino de Rioja destaca por un reconocido estilo propio y una extraordinaria capacidad de envejecimiento, evolucionando en botella para convertirse en un Gran Reserva de excelente calidad.

En Viña Arana Gran Reserva sus virtudes tradicionales se ven potenciadas tanto por una más estricta selección de las añadas como por su nuevo coupage de uvas Tempranillo (95%) y Graciano, procedentes de viñedos propios de más de 40 años ubicados en los términos municipales de Rodezno y Fuenmayor.

Criado durante 36 meses en 267 barricas de roble americano de 3 años de edad media y fabricación propia, hacen de él un vino vibrante, sabroso y elegante destinado a una nueva generación de jóvenes amantes del vino que desean adentrarse y disfrutar de los Grandes Reservas de estilo tradicional adaptados a las nuevas tendencias.

Elaboración: Se inicia la vendimia por las cepas Tempranillo y 17 días más tarde con las de Graciano de Montecillo, última parcela que vendimian. Toda la uva se transportó refrigerada en pequeñas cajas para preservar su integridad. Se realiza la fermentación alcohólica en depósitos durante 16 días, en el caso del Tempranillo y durante 18 días en el Graciano. La fermentación maloláctica se desarrolló de forma natural para después los vinos seleccionados pasar a barricas de roble americano con una edad media de 4,5 años. Durante su crianza de tres años, fueron trasegados por el método tradicional cada 6 meses. El último pasa consiste en realizar el coupage, mezclándose ambas variedades hasta alcanzar el magnífico equilibrio que caracteriza a este Viña Arana Gran Reserva.

Cata: Color rojo cereza picota, con borde granate. De alta intensidad aromática, destacan los aromas a frutas rojas maduras, moras rojas, fresa silvestre y confitura de ciruela negra, que dejan paso a los aromas terciarios de la cuidada crianza en madera: vainilla, cedro, tabaco, café, caramelo y las dulces notas de pastelería. En boca predomina su frescura inicial y estructura, propia de esta marca. Equilibrado, con suaves y golosos taninos. Un final elegante, complejo, donde las notas de frutas rojas maduras y los balsámicos dejan un espléndido final. Un vino con larga capacidad de seguir mejorando en la botella.