Ámbar de intensidad media, con un menisco topacio vivo. Aroma de intensidad correcta, con marcados recuerdos de uvas pasas y tofée. En boca es de cuerpo medio, con muy buena acidez, untuosidad adecuada y un final notable.
Un clásico de esta bodega cordobesa con casi tres siglos de tradición. Un solera añejo, de potente aroma, elaborado a partir de uva pasificada al sol y criado por el sistema tradicional de criaderas y soleras, con sacas y rocíos periódicos, y con una crianza de cinco años en botas de roble americano.